viernes, 4 de mayo de 2012

Capítulo 1



*Hace aproximadamente un año y unos días en un lugar,a las afueras, de un pueblo de Zamora* 

Un grupo de chicas están sentadas hablando en un prado de hierbas secas, cerca de una pequeña charca. Están sentadas sobre una bandera, concretamente la de Estados Unidos y tienen unas bolsas con comida a su lado por si más tarde les entra hambre.

-Noe, pásame el pan por favor, voy a hacer unos bocadillos.

Noelia sacó una barra de pan de una bolsa y se lo dio a la chica que se lo acababa de pedir.

-Toma Alex, aquí tienes.
-Gracias-contestó Alexandra.

Alexandra partió un trozo de pan, lo abrió por la mitad y untó Nocilla en su interior. Juntó las dos mitades y le dio un mordisco.

-Lydia, tú que conoces a todos-dijo Noelia- ¿Quién es ese que viene por ahí?
-Querrás decir esos, los que vienen con César y Álvaro ¿no?
-Sí, no les conozco.
-Son Miki y su primo Victor.
-¿Miki?-se preguntó a sí misma riéndose.

Noelia se quedó pensando y acordándose de Mickey Mouse por el apodo de aquel chico. También se acordaba de su infancia. Cuando tenía 6 años se disfrazó de la novia de aquel simpático ratón en carnaval.

-¡Pero si vienen aquí los chicos!
-A buenas horas te enteras, Cinthya.
-Juncal, es que estaba hablando por teléfono con mi aitia-dijo levantando la voz en la última palabra.
-No sabes hablar euskera tía, es aita no aitia.

Las cinco chicas comenzaron a reír. Incluida Cinthya que sabía reírse de sus propios errores.

Los chicos llegaron a donde estaban las chicas.
-¡Hola!-saludaron las chicas al unísono.
-¿Qué tal?-dijo Álvaro dirigiéndose a Noe.
-Bien-contestó ella-un viaje largo pero bien.
-Noe, ven que te presento a Miki y a Victor-interrumpió  Lydia.

Noelia fue con Lydia hacia donde estaban Victor y Miguel, ya dispersados por el lugar.

-Chicos esta es Noe,-dijo Lydia.
-Encantado-dijo Miguel dándole dos besos.
-Lo mismo digo-dijo Victor.

*En esos momentos en otro lugar de el mismo pueblo de Zamora*

Una chica de pelo castaño con mechas rubias y gafas se dirige caminando hacia una casa de ladrillo y de fachada blanca. Llega a la puerta, la abre sigilosamente, sube unas escaleras y entra en la casa. La chica se acerca a una habitación y abre la puerta.

-¡Sara!
-¡Hola Belén!-contesta Sara.
-¡Te mato, te juro que algún día te mato!
-¿Por?
-Por que cualquier día haces que me dé un infarto.
Sara se ríe, Belén también.
-¿Bueno que tal el viaje?
-Bien, como siempre, escuchando música pausada a veces por mis "cuanto falta".
Belén empieza a reír.
-A pesar de haber empezado el instituto sigues siendo la misma de cuando eramos pequeñas.
-Ya, no pienso cambiar.
-Seguro que algún chico te hará cambiar.¡Y sabes que en estas cosas siempre tengo razón!
-Sí, ojalá encuentre alguno con quien sea yo misma, con quien sea la loca de siempre...Por cierto ¿Y la gente?
-Están de merendero.
-¿Y tú no has ido?
-No, no tenía ganas, Sara, te tengo que contar cosas...
Las dos chicas comenzaron a contarse las cosas que habían hecho durante el curso, los amigos nuevos y los lugares en los que habían estado.